martes, 31 de diciembre de 2013

ERES EL REY.

Seguramente todos habéis jugado alguna vez al ajedrez, y todos sabréis los movimientos que tiene cada ficha... desde el peón, que solo sirve para sacrificarse en beneficio de la estrategia, hasta la reina que es la más fuerte y poderosa, pasando por la pieza más importante, EL REY.

El poder del rey es un poder simbólico, en el juego no es una pieza fundamental para conseguir ganar, en todo caso, para evitar perder. Todas las piezas excepto los peones son capaces de hacer movimientos largos, de varias casillas y en varias direcciones, capaces de matar fichas de forma más fácil que el rey. Pero el rey se mueve de uno en uno, no es peligroso, su poder dentro del tablero es muy limitado, pero no obstante, es el más importante.



Genéticamente, las mujeres se sienten atraídas por hombres con dinero, con presencia, con poder, (el caballo, la torre o el alfil) etc... pero claro, no todos podemos llegar a ser ricos. Pero no todos somos Brad Pitt o somo como el tio Gilito... frente a eso no podemos hacer mucho porque la sociedad fomenta la desigualdad (todo hay que decirlo). El instinto de la mujer reconoce la posición social como un atractivo, un valor añadido que de forma subconsciente pero también de forma consciente produce una gran interés en ella.

Pero si no tenemos ese poder, ¿cómo podemos destacar?.... La respuesta es sencilla: como hace el rey. El rey en el ajedrez tiene un conjunto de relaciones con los demás que lo hacen valioso. No importa el poder económico, sino el halo que transmite el poder de las relaciones. Un hombre que es amado, que la gente le habla con respeto, con cariño, y que la gente le escucha y tiene en consideración su opinión, es un macho alfa. Un hombre así produce un efecto de atracción que se introduce en el interior de la mujer y despierta su interés.


Por ejemplo, una mujer que no recibe tu atención porque estás atendiendo a otra mujer, te valorará y estará deseosa de conseguir tu atención. Cuando le hables se mostrará entre tímida, simpática y accesible... y todo para conseguir que el macho alfa, no el más rico, ni el más guapo, sino el más poderoso, se fije en ella. Pero ser poderoso puede ser solo una impresión, una interpretación, sin la necesidad de ser rico o conocer a Obama podéis desprender un aroma a poder. Tenéis que tener muy claro que es una lucha de poder, y que ella va intentar llevarse el gato al agua.... Entrar en su lucha es perderla, porque eso quiere decir que ya te has fijado en ella y que te interesa. Y en la lucha de "a ver quien gana", no pierdes la batalla si la ves guapa y deseas conocerla o acostarte con ella, la pierdes cuando ella se valora más a si mismo que tú a ti mismo. Si pasa esto, interpretará que, aquellos miedos, aquellas inseguridades que internamente tiene, como cualquier persona, tú nos los puedes resolver... porque transmites menos seguridad que ella. No se va a sentir segura contigo, algo que genéticamente es indispensable.


No se si acabas de entender todo esto, es un juego psicológico muy profundo, pero si lo pensáis bien, quizá ya os hayáis dado cuenta... y si no ya veréis....

Por tanto, sé el Rey... mejor dicho, no intentes ser el Rey, ya lo eres. Eso supone seguridad en uno mismo y relaciones fructíferas con tu entorno. 

Pero bueno, esto no es una norma que se cumple al 100%. Piensa que las mujeres son muy diferentes (en la superficie) y algunas prefieren a chicos débiles a los que cuidar, es otra forma de olvidar sus propias inseguridades. Simplemente pensando en las de su pareja.

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